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Creadores de la danza

Todo va adquiriendo un sentido en el tiempo y es muy rico ver eso”

Texto y Fotos: Emperatriz Valera García/ Centro Escuela Biodanza Barquisimeto

Intercambio de afectos

La visita de las profesoras didactas en Biodanza Verónica Berger  Valverde y Luz Vásquez Riveiro,  creadoras de la Especialización Extensión Integración Afectiva de la Familia, quienes por primera vez visitaron Venezuela, en marzo de 2013, para dictar este programa de formación es una ocasión especial en la cual la directora del  Centro Escuela de Biodanza Barquisimeto, Florelena Pérez Calles expresó sentirse “maravillada” con este aporte.


“Si vamos al origen que son los niños y desde allí son acobijados y reconocidos desde tan pequeñitos van a ser humanos que abracen sus oportunidades desde la asertividad y conexión profunda con la vida”.
Por esa razón resalta la importancia de “darle a los niños un base segura de que no importa lo que haga lo que importa es él mismo como ser humano, nosotros padres te amamos como eres y te acompañamos como eres. Es suficiente”.


“Me he sentido profundamente honrada con la presencia y aporte que verónica y Luz nos trajeron a Venezuela”, concluyó a propósito del encuentro que durante seis días sostuvieron las facilitadoras con 34 participantes de diversos estados del país en las instalaciones del Centro de Formación Nuevo Pueblo, Cesap Barquisimeto, en el ambiente acoger de El Manzano, al sur de la ciudad.


Por su parte las pr
ofesoras se mostraron “gratamente sorprendidas” con la recepción de los participantes y la retroalimentación en el programa de formación. “Ha sido tan emocionante porque hemos sido tan aceptadas en esta propuesta que va más allá de lo que podríamos imaginar. Nosotras creemos en lo que estamos haciendo pero la recepción ha ido más allá de lo imaginado”, expresó Vásquez.

Honrada y gratamente sorprendidas 

Profesora didacta

Florelena Pérez Calles

Profesora didacta

 Luz Vázquez Rivero

“Se escapa el momento    del encuentro”

“Muchas veces los padres queriendo hacer algo no saben, no se les ocurre y hay una suerte de impotencia porque llegan corriendo del trabajo a preguntarle al hijo por las tareas, cómo les fue en el colegio, pero no se dan espacio para mirarlo, para abrazarlo y ese niño está esperando la llegada de los padres pero estos llegan montados en el acelerador de la vida y se les escapa ese momento del encuentro”.


Es por esta razón que la profesora didacta en Biodanza Luz Vázquez Riveiro vino a Venezuela, cuarto país donde se imparte la especialización, para entregar a los profesores participantes “una base de nuestra experiencia en 13 años de trabajo con talleres de padres e hijos. La idea nuestra es que de esa pequeña plataforma ellos vayan creando nuevas actividades y vayan  abriendo reflexiones sobre el rol de la familia y cómo se puede hacer en una sociedad que le resta tanto tiempo a los padres… como pueden hacer para que esos espacios que hay sean realmente nutritivos”.


Abrir reflexiones


Uno de los propósitos de la Especialización Extensión, dictada en coautoría la profesora didacta Verónica Berger, es abrir nuevas reflexiones y una de ellas es  precisamente la definición de una familia hoy. “Porque siempre tenemos ese esquema padre-madre-hijo pero hay muchas más y tenemos que validarlas. Lo importante es que la familia reconozca su misión y por qué se constituye como tal, para proteger, entregar y coordinar las acciones para acoger a un niño dándole todo el afecto del mundo aunque los padres sean separados”.


Refiriéndose a los síntomas inquietantes que expresan los pequeños y que la motivaron a desarrollar en conjunto talleres para padres e hijos señala que es común ver muchos niños con inseguridades. “Que no saben canalizar sus necesidades y a veces se comienza a producir una tensión de los padres cuando las cosas andan mal, allí el niño comienza a tener dificultades en el colegio, al relacionarse con sus compañeros, empiezan los reclamos del colegio y ahí obtienen la atención de los padres”.


Por eso a través de la metodología que imparten se crean talleres  donde padres e hijos “se reencuentran en un momento de diversión, de reflexión conjunta… se crea un suerte de complicidad donde el diálogo se enriquece porque hay una experiencia conjunta en un ambiente cálido y acogedor”.

Invitación al gozo


Ante el creciente desánimo, estrés, depresión y ansiedad como expresiones comunes entre las personas actualmente y la posibilidad de conectarse con un sistema que lo proporciona integración humana se le plantea la inquietud a la profesora de cómo invitaría masivamente a la práctica de la Biodanza y respondió que invitaría a la gente a “tratar de conectarse con el gozo de la vida porque es una de las cosas que más se ha perdido y que representa una fuente de enfermedades. Parte de la enfermedad del desgaste profesional se expresa por una perdida en las personas de la capacidad de gozar, de ahí va en más”.


En ese sentido resalto la importancia de darle valor a la capacidad de disfrutar con el movimiento, la naturaleza, porque eso permite aflorar la capacidad de agradecimiento por el día a día.


Todo adquiere sentido


Después de 13 años de práctica como biodanzante y también más de una década dictando talleres para padres e hijos “lo que han hecho es hacerme sentir que conjugo  todo lo que ha sido mi experiencia de vida como lo que vine a hacer a este planeta… Todo se va amalgamando en una tarea… Cuando uno mira hacia atrás se va dando cuenta cómo se va tejiendo la vida y como se va marcando claramente el camino y no es que uno lo vea desde antes”.

Profesora didacta

Verónica Berger Valverde

“Apostamos a que el vínculo padre-hijo se enriquezca”

El aspecto amoroso en la familia es un punto esencial en el desenvolvimiento de los seres humanos, es por eso que la profesora didacta en Biodanza Verónica Berger, coautora de la Extensión Especialización Integración Afectiva en la Familia en conjunto con Luz Vázquez, de visita en Barquisimeto manifestó que decidieron trabajar con la familia porque comenzaron a experimentar y observar en sus familias la alta demanda de la sociedad hacia los padres.


“Los padres tienen muchos roles a veces y pensamos que era necesario buscar espacios donde los padres se pudieran encontrar con sus hijo s en un ambiente relajado, tranquilo, amoroso y alegre. Entonces comenzamos a crear talleres para padres e hijos donde utilizamos la música, el movimiento, el juego, la creatividad. Allí perseguimos, sobre todo, enriquecer y fortalecer el vínculo afectivo entre padre e hijo a través de una actividad placentera”.


Entre algunos síntomas inquietantes que la motivaron a desarrollar los talleres Sentir, Crear y Jugar y a dictarlos durante más de una década en diversos lugares de Chile mencionó algunas expresiones en los niños como “mucha soledad, carencia de creatividad porque cuando están solos llevan mucho tiempo en el computador y en la tv, a veces vemos a los niños tristes, pelean. No se les ve felices y con los padres manifiestan muchas pataletas, mucho enojo buscando la atención de los padres que no saben cómo pedirla.

 

Y aunque el concepto de familia haya cambiado y continúe en ese proceso, Berger asegura que “no importa que la familia que sea monoparental, con miembros de un mismo sexo, con padres separados, no importa el tipo,  apostamos a que el vínculo entre padre e hijo se enriquezca y fortalezca sin importar cómo esté estructurada la familia. Sí, el niño tiene afecto y un buen vínculo con los padres será un adulto feliz, realizado en la vida y probablemente menos violento”.


La especialización es específicamente para profesores en Biodanza o terapeutas es porque son considerados agentes multiplicadores de esta semilla de la Integración Afectiva. “Nosotras pensamos que si muchos profesores hacen estos talleres podemos cambiar la sociedad porque los cambios vienen desde la familia. Si vemos violencia en la sociedad actual y logramos criar un niño no violento la sociedad será no violenta…Nuestro sueño a partir de esta semilla es que hayan miles de talleres para padres e hijos y así vamos a cambiar el mundo”.

 

Así es la vida
 

Desde un escenario hipotético de concurrencia masiva de personas desacostumbradas a disfrutar en la belleza del ser la profesora Verónica los invita a participar del ejercicio de la Biodanza mediante una invitación a “escuchar la música, vamos a sentir la música a conectarnos con la alegría, a conectarnos con la sorpresa de lo que les podemos mostrar y les pediría que tuvieran confianza viniendo al espacio de danza para tener una aventura mágica donde vamos a gozar, reír y también a querernos. Esa es la vida”.
 

Consideraciones a lo simple
 

Como mensaje en la hermandad humana Berger invita a la gente a considerar que “todos los seres humanos necesitamos cosas muy simples como el amor, ser reconocidos como quienes somos, alegría y confianza”.


Transformación personal


La profesora didacta Verónica Berger, a los 22 años de una práctica constante de Biodanza, con serenidad y seguridad afirma que este sistema transformó totalmente su vida. “La enriqueció, la alegró, la llenó de confianza, de entusiasmo y los talleres que hacemos para padres e hijos me ayudaron muchísimo a ir sanando mi propia familia. Me fue sensibilizando y abriendo cada día más en mi afectividad y siento que he logrado tener una familia muy integrada afectivamente”.

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